Cuando usamos una herramienta, el motor levanta temperatura y por ello al terminar el trabajo, es conveniente hacerla trabajar en vacío. Es decir, en vez de apagarla, subirle la velocidad durante uno o dos minutos sin presionarla, para que el ventilador interno la enfríe.
Evitamos así que el motor se recaliente y se derritan los revestimientos internos que podrán producir un corto o directamente, quemar la herramienta.
Esto es válido para cualquier máquina eléctrica: desde las del hogar como taladros, caladoras, lijadoras, etc., como las domésticas tales como secadores de pelo (dejarlo unos minutos con temperatura en frío), batidoras y demás.
Así que a tomarnos ese minutito para cuidar nuestras herramientas y tenerlas más tiempo con nosotros.